Los estrógenos exógenos administrados como anticonceptivos orales o reposición hormonal son la causa más frecuente de exceso de estrógenos en el organismo. Hay receptores de estrógenos en todo el cuerpo y los estrógenos se unen a estos y promueven la activación de genes que generan cambios en el funcionamiento corporal. En las investigaciones en mujeres posmenopáusicas en quienes existen bajos niveles de estrógenos se encontró aumento de las líneas de expresión, xerosis y atrofia o adelgazamiento de la piel. Por el contrario en las pacientes en terapia de reemplazo de estrógenos se halló aumento del espesor de la piel, aumento en la retención de agua y laxitud cutánea, con mejoría en la cicatrización, sin embargo también efectos adversos o indeseables como el melasma y la predisposición a formación de varices en miembros inferiores, telangiectasias y angiomas aracniformes. El melasma se caracteriza por el oscurecimiento de áreas circunscritas simétricas en el rostro, predomina en las mejillas, también llamado cloasma, es más común en las mujeres y durante el periodo del embarazo se puede aparecer o acentuarse, sin embargo también se presenta en los hombres. El melasma que aparece en el embarazo después del parto tiende a mejorar al finalizar la gestación, sin embargo el causado por anticonceptivos orales persiste aun después de suspender la medicación. Las venas varices se definen como vasos dilatados y tortuosos que son incapaces de retornar la sangre al corazón, se estima una prevalencia de 10 % en hombres y 25 -35 % en mujeres. Se ha asociado el uso de estrógenos exógenos como un factor que incrementa el desarrollo de varices por la retención de líquido y esta genera deterioro del sistema vascular, sin embargo la obesidad y el sedentarismo están también asociados al desarrollo de estas. Claudia Palacios Isaza |